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Los tesoros del mar

Anne Boony siempre quiso ser pirata y surcar los mares en un gran galeón.
Su sed de libertad, aventuras infinitas y tesoros le empujaron a dejar su tierra natal.
Con la primera navegación vomitó. Mareada y blanca, entendió que el sueño de ser pirata no era tan idílico como se esperaba.
La batalla contra la primera tormenta aconteció, poniendo en peligro su vida y su tripulación.
El frío y el miedo de naufragar la paralizaban y agarrada al palo de mesana mientras capeaba el temporal, solo pensaba en encontrar el cofre con el tesoro y retirarse para siempre jamás.
La mayoría de sus compañeros marineros eran miserables, delincuentes o vagabundos.
A diferencia de Anne que provenía de una familia culta y adinerada.
Su presencia entre aquellos hombres destacaba como un faro de refinamiento en medio de la rudeza del océano. A pesar de las desigualdades sociales, Anne demostraba que el coraje y la nobleza no conocen barreras, ganándose el respeto de la tripulación con su habilidad de liderar y navegar en aguas turbulentas con dignidad.
En los abordajes, Anne blandía la espada contra sus enemigos con destreza y valentía. Su mirada decidida reflejaba la determinación de una capitana intrépida, dispuesta a conquistar los mares y forjar su leyenda en cada batalla.
Nunca jamás abandonó la piratería. Murió después de cientos de aventuras y fue enterrada con sus joya más preciada. Su sueño de infancia por convertirse en una gran pirata.

Candela Decadente

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3 Diciembre 2023