Quizás no destacaba por ser buena en las carreras de fondo, pero rápida lo era un rato. Por su carácter inquieto y positiva cuando por arte de magia en su vida aparecía un ”jano” *, siempre decía que había que actuar rápido, aprender a gestionar la parte emocional para bien transitarlo, pero sobre todo y lo que marcaba la diferencia era tener una buena y amplia red de contactos. 

Dos putos requerimientos de hacienda habían aparecido de la nada aquella mañana en su móvil. 

Después de leerlos sintió como si se enfrentara a un Sudoku nivel Dios. El tiempo de resolución tampoco ayudaba, tenía 10 días hábiles para dar respuesta. 

Se movió rápido para gestionar el jano, contactó con su antigua gestoría pero solo obtuvo pequeñas pistas poco relevantes para solucionar lo que ella ansiaba. ¡Sacarse el maldito jano de encima ya! 

Abatida por la escasa información y porque su mente se ponía en lo peor, decidió empezar a tirar de su red de contactos. 

En el proceso nos encontramos, a veces aprendemos a veces disfrutamos. Ahora es momento de aprender. 

Esta experiencia non grata de entrada, la afronto como un desafío para aprender a mantener la calma, dar con sabias decisiones y encontrar las mejores soluciones. continuará…