Este fin de semana hemos celebrado la concentración anual de Royal Enfield Cat.

En esta reunión motera nos juntamos, aunque con algunas ausencias, la crème de la crème royalera catalana a la que también han asistido moteros de Valencia, Teruel y Euskadi.

Nuestro nexo en común son las motocicletas Royal Enfield. Diseño inglés, fabricación India.

En mi caso soy la flamante propietaria de una Himalayan, pero este finde semana también han venido los propietarios de la Classic 500, la Meteor, la Super Meteor, 

la Continental, Interceptor.

Hemos rodado juntos esquivando tormentas, hemos compartido mesa, anécdotas y gin tonics. Ha habido sorteos y premios.

No me ha tocado el Jamón porque alguien se me adelantó comprando el número 14.

Pero me ha tocado una mochila Royalera que me encanta y me han regalado una camiseta conmemorativa de este quinto encuentro.

También se me han puesto los dientes largos con las nuevas aventuras en el norte de África en Himalayan que están preparando para noviembre Toni y Frulan de @top.raids. 

Además de todo lo relacionado con la moto, también hemos tenido tiempo y  ganas de construir un refugio cinco estrellas para una gata tricolor recién parida.

Todo empezó nada más llegar al camping, era medio día. Nos dispusimos a comer cuando una gatita tricolor se nos acercó. Esther, que tiene mucha vista para esto, detectó que la gata acababa de parir por como tenía las mamas.

Estaba hambrienta. Elegimos de segundo pollo y pescado pensando en ella.

La gata agradecida o insatisfecha nos empezó a seguir hasta el bungalow quedándose fija en la puerta.  A la hora de la cena nos acompañó hasta el restaurante.

Tras la cena, Esther le hizo un buen seguimiento encontrando el lugar donde la gata resguardaba a sus crías. Cinco ni más ni menos: uno negro, uno naranja y tres grises. Sexo sin determinar.

Contactamos con varias protectoras de la zona para ver si se podían hacer cargo sin resultado positivo.

Como tampoco podíamos llevarnos a casa los gatos y su madre en moto, nos pusimos en acción para construirles un refugio y unos comederos con los que abastercerlos por un buen tiempo.

Lo primero fue ir a la gasolinera más cercana para comprar un gran saco de pienso.

Lo segundo fue coger cuatro garrafas tamaño ocho litros de agua y lo tercero visualizar varios tutoriales de youtube.

Lo que en un principio era una actividad exclusivamente nuestra por el amor que tenemos a los gatos. Pronto se empezaron a congregar en nuestro bungalow amigos royaleros no solo para ayudarnos a fabricar los comederos, sino también para construir un perfecto refugio a salvo de las inclemencias meteorológicas.

Documentamos todo el proceso constructivo en el que hemos utilizado madera, ladrillos, tela asfáltica, tejas, entre otros materiales. Sacaré tiempo para colgarlo en Youtube. En el canal de Siete Vidas por el Mundo lo encontrarás.

Los gatos han quedado contentos y nosotras también. 

Volveremos al camping, pero esta vez en coche por si todavía estáis y os queréis venir con nosotras a nuestro refugio personal.