el cronobastet

Acompaña a nuestra gata por el espacio-tiempo y ayúdala a volver a casa y dominar el mundo

CONCURSO:

Los Viajes de FICI

El gato Bartolo siempre tenía un objetivo claro: las patatas revolconas del convento. Nadie sabía cómo, pero cada vez que las monjas dejaban reposar el guiso, él aparecía. Deslizándose con sigilo entre los arbustos del jardín, se acercaba hasta la cocina.

Esa tarde, sor Carmen se dio cuenta del pequeño intruso, pero en lugar de espantarlo, lo observó con ternura. Bartolo lamía con deleite la salsa rojiza que cubría las patatas, relamiéndose el bigote. La monja, sonriendo, dejó que se deleitara. “Hasta el más pícaro merece su banquete de vez en cuando”, pensó con indulgencia.

Aura L

Aura L – Septiembre 2024

En la cima del monte Helicón, el templo de las musas resplandecía entre los rayos dorados del atardecer. Nueve divinas hermanas inspiraban a poetas, artistas y filósofos, mientras un guardián especial vigilaba el santuario: un pequeño gato de pelaje plateado y ojos dorados como el sol.

Cuenta la leyenda que este felino era el portador de secretos perdidos, aquellos que ni los dioses recordaban. Solo quien lograra ganar su confianza podría acceder a los misterios del arte y la sabiduría eterna. Aquel día, el gato fijó su mirada en una joven poetisa que subía la montaña.

Era su turno

Ícaro – Agosto 2024

Ainhoa Ugarte, detective aficionada y narradora innata, se encontraba frente al imponente faro de Hondarribia. La estructura se alzaba sobre los acantilados, iluminando no solo el mar, sino también las sombras de su imaginación. Ainhoa, inspirada por el escenario, concibió un nuevo personaje: un viejo farero con un pasado oscuro. Mientras el viento salado le despeinaba el cabello, sus pensamientos vagaban entre las olas y las estrellas, trazando una historia de redención y misterio. Al regresar a casa, Ainhoa estaba decidida a dar vida a su creación, reflejando su propia búsqueda de luz en medio de la oscuridad.

Amaia Lizarraga – Julio 2024

En lo alto de Glastonbury Tor, Helena contemplaba el vasto paisaje de Somerset. Había oído historias de magia y leyendas desde niña, y ahora, frente a la imponente torre, sentía una conexión inexplicable. Mientras caminaba alrededor de las antiguas piedras, sus dedos rozaron las inscripciones gastadas por el tiempo. El viento susurraba secretos antiguos, y Helena cerró los ojos, dejándose llevar por la sensación de estar en otro tiempo, en otro mundo. Una paz profunda la invadió, y supo que el viaje había valido la pena. En ese momento, Helena encontró la fuerza para enfrentar cualquier desafío que el futuro le deparara.

Isabel de Noche – Junio 2024

En el castro de Baroña, al anochecer, las sombras de los guerreros celtas emergían entre las ruinas. Clara, descendiente de una antigua estirpe, caminaba con paso firme hacia el centro del asentamiento.
En sus manos, una espada ancestral brillaba bajo la luna llena. El viento rugía como un eco de batallas pasadas. De pronto, una figura espectral apareció frente a ella, el antiguo jefe del clan.
Con voz profunda, le habló del legado de su pueblo y del poder que aún residía en aquellas piedras. Clara alzó la espada, jurando proteger el espíritu del castro, sellando así su destino eterno.

Luna Verne – Mayo 2024

Hay demasiadas fronteras en mi mente.
Aduanas que limitan mi imaginación
y cachean cada pensamiento,
eliminando cualquier fugaz sueño de rebelión.
La demencia saquea mis recuerdos,
la memoria juega al escondite con la razón.
Odio el laberinto de mi mente,
odio existir sin tener ningún valor.
Que el demonio me lleve,
que extinga mis propósitos, mi porvenir, mi expectación.
Que termine con este juego,
del gato y el ratón.

Ilawe Ekiti – Abril 2024

Cuando Marisa estaba enferma, un hombre la cuidaba por la noche. Se sentaba en la cama y le daba la mano para que no tuviera miedo. A la pequeña le sorprendía que estaba helada, pero se dormía tranquila ante la mirada de aquel caballero que velaba sus sueños.

Muchos años después, mientras recoge las cosas de su madre tras su fallecimiento, encuentra un portarretratos. Al abrirlo se le cae al suelo y se rompe. El ruido  del impacto contra el suelo la saca del shock. Las manos le tiemblan, esa foto era la de aquel hombre

En el reverso pone: Cuba 1898.

Eva Fernández – Marzo 2024

– Laura ha desaparecido y no puede andar. Alguien la ha secuestrado.
Martín observa la cocina, último lugar donde fue vista. Ninguna huella.
Mira a la gata, la cual apresa un pañuelo azul con estrellas amarillas.
– Ha sido ella – señala Martín – Saltar y no deja huellas. Tiene la capa de Laura. Se la ha comido.
Martín se vuelve mientras limpia una mancha de chocolate de su mano. Está seguro, mamá no se ha dado cuenta.
MAMA: “Dos horas para el cumpleaños de Laura. Tengo que conseguir otra muñeca de chocolate disfrazada de mago para la tarta.”

Elena Gómez – Febrero 2024

Los humanos siempre decían que tenía siete vidas, aunque yo tenía claro que solo podía morir una vez.

Un atún llamado Pedro me lo dejó bien claro. Me dijo:

-Fici, ningún valor tiene la vida sin la muerte, y ningún valor tiene la muerte si no has vivido. La vida te pide que aguantes y la muerte te exige que sueltes, es el ciclo.

Después de recibir esta lección, vi como Pedro mordía un anzuelo de pescar.

A la mar pongo por testigo que luchó hasta el final, y llegado este final, Pedro aceptó su muerte y soltó su vida.

Lulu – Enero 2024