aprendizajes de vida

El Jano II

El cinco de oros de mi tarot Rider no presagiaba nada bueno la tarde del domingo.

La ilustración es clara, dos tullidos caminan bajo el frío invierno descalzos y sobre la nieve.

Al fondo se vislumbra el colorido ventanal de una iglesia, un cálido refugio negado para ellos.

Se hace evidente la sensación de desamparo, abandono y desvalidez de estos pobres hombres. La misma que yo estaba a punto de encarnar.

Hacía 3 días que los dos requerimientos de hacienda revoloteaban de manera amenazante mi cabeza. Con la rapidez que me caracteriza, ya había empezado a gestionar ayuda para sacarme el Jano de encima.

Me dispuse a sacar toda la documentación de la carpeta de mi ordenador ya que estaba segura que la iba a necesitar.

El ordenador no arranca. 

Después de verbalizar una larga lista de improperios. 

El refranero español brotó de mis entrañas: siempre llueve sobre mojado.

Maldita sea como no pueda recuperar la información se va a ver un follón…

Ningún tutorial de Youtube me fue de utilidad para solucionar el problema, aquella noche me acosté tarde, colapsada y sintiéndome una tullida desvalida al igual que los personajes de mi tarot.

Con la celeridad que me caracteriza para buscar solución a los Janos,  pero esta vez con menos  optimismo, encaré la mañana del día después cuál telefonista pegada al teléfono.

Hablé con media docena de informáticos que encontré en la red.

Benditas reseñas en google.

Finalmente Rafael destacó de entre todos por su interés, atención y sus 221 reseñas positivas. Además agradecí no tener que llevárselo ya que  vino a casa a buscarlo.

Paralelamente, los cabos lanzados para encontrar  solución al jano principal fueron infructuosos.

Pero entonces, hablando del próximo encuentro para gintonear con mi amiga de letras y juergas: “la letrada”, salió el tema.

Ella me recomendó su gestora de confianza a la que me dispuse a llamar.

24 horas después Rafael me llamó. 

– Buenas noticias estoy muy contento, he podido recuperar toda la información, no las tenía todas. El disco duro te había reventado. 

Por 250 euros te cambio el disco duro, amplio la memoria ram, la rom y la pasta térmica y varias cosas más inteligibles para mi.

Lo que sí comprendí fue su frase final:

Antes ibas de Barcelona a Madrid en coche a 40km por hora y ahora irás en avión, en first class y tendrás mucho más  espacio.

– Dale Rafael, adelante con la reparación me has salvado del Jano 2 por un precio muy competitivo y una atención inmejorable.

Mi reseña para ti va ser digna de premio planeta.

La gestora de confianza de mi amiga la letrada fue un amor conmigo.

Cómo se agradece una buena atención, profesionalidad pero sobre todo voluntad de ayuda.

El peso del jano 2 desapareció y el del Jano 1 cada vez es más liviano.

A la pregunta que seguro tenéis algunos en mente. La respuesta es Si

Gracias a Dios, pero sobretodo a Steve Jobs y Apple por inventar el iCloud.

Candela Decadente

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1 month ago