viajes iniciaticos

Olenna

(227)

Ayer fue nuestro tercer encuentro en un mismo espacio tiempo.

Adornado por un halo de casualidad que se que no existe sonrío.

La primera vez que te vi fue hace dos años, estabas en prácticas fumándote un cigarro en el interior del parking. 

Tenías un acento extraño y mi curiosidad me empujó a preguntar.

Me contaste que eras nacida en Barcelona de padres ucranianos.

Eras nueva, se te notaba. Te faltaba el aplome de años de experiencia adquirida. 

Nos caímos bien.

Esta tarde compartimos tabaco mientras intercambiamos diez minutos de palabras. 

Hace menos de seis meses te volviste a cruzar en mi camino, ya no trabajabas en el mismo lugar pero el destino quiso que aparecieras en el mío.

Estabas contenta, se te notaba más curtida, tus formas y tu lenguaje eran muy diferentes de aquella primera vez. 

La experiencia había empezado a transformarte. Sonreímos, me contaste tus andanzas.

Ayer fui yo la que se cruzó en el tuyo, estabas en tu salsa, tu seguridad en el trabajo y en tu personalidad se había elevado a cotas altas. 

Te observé  trabajar, me sorprendió muy positivamente el cambio.

Me hiciste un tour guiado por todas las dependencias en uno de los peores destinos en el que puedes caer.

Tu saber hacer, rápido, seguro y conciso como el cirujano con su bisturí fue magistral.

Hasta la próxima si la causalidad quiere.

Candela Decadente

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1 month ago